Carta de San Pablo a los de 4º de la ESO

Pablo, apóstol de Cristo Jesús, a los de cuarto de la ESO, la porción de la Iglesia de Lanzarote, que en Arrecife acaba de comenzar su andadura bajo la protección de Nazaret, paz, gracia y gozo en el Nombre del Señor Jesús.

Me han dicho algunos de los pueblos de la bella isla de Lancelot que habéis comenzado el curso poniendo muy alto el listón de vuestras competencias y que habéis acogido el nuevo Proyecto Educativo con la calidad humana que os caracteriza. ¿Qué deciros? Felicitaros de todo corazón. Ya sabía por algunas del bello carisma dominicano que han llegado a la ciudad del Adelantado, que los mayores, los de cuarto, erais unos grupos especiales, trabajadores, cariñosos, inteligentes, buenos cristianos. Acrecentad vuestras nueve inteligencias y aspirad siempre a LO MEJOR.

Mucho me alegra saber que vuestra hermosa isla tiene volcanes increíblemente bellos y ¡activos! Pues, eso es, como los volcanes, fuego en el corazón y capacidad de hacer germinar, aún entre retorcidas piedras de lava, tallos verdes y flores amarillas que configuran un paisaje espléndido y único. La fuerza os llegará siempre del interior, y en el eje del corazón: Jesucristo, ayer, hoy y siempre.

Sé que tenéis una capilla grande, recién estrenada. Visitadla a menudo, en ella os espera quien más os quiere y quien está más ilusionado que nadie a que aspiréis al Excelsior, que me han dicho que, desde el patio, cada día os marca un hito. Siempre más y siempre mejor.

Mirad a vuestro alrededor de que manera tan cuidadosa en la Geria se cuida y protege cada cepa para que dé su fruto; de la misma manera, vosotros proteged el tesoro que lleváis dentro: vuestro ser de jóvenes, estudiantes, cristianos. Y que nadie menosprecie vuestra juventud. ¡Dad la talla! Aprendéis hoy, para ponerlo en práctica mañana.

Y vivid alegres, os lo repito una y otra vez, vivid alegres. Que vuestra alegría sea notoria a todos los que os conocen. Y vivid atentos. Tenéis muchísimas oportunidades, aprovechadlas todas y quedaos siempre con lo mejor.
Que el Dios Creador que os puso en una isla tan bella os llene de sus bendiciones, os dé una clara inteligencia para comprender la verdad, un corazón limpio para vivir a fondo la bondad, una mirada clara para descubrir la belleza. Y sed agradecidos. Quien de balde recibe ha de saber decir ¡Gracias!

El saludo va de mi propia mano. Aquel que diga que Nazaret no es lo mejor, sea anatema.


Pablo, apóstol de Cristo Jesús